Nada perjudicó tanto a Mío Cid como su leyenda, esa leyenda que durante mas de Siete Siglos hizo de su biografía pura fantasía o simple negación. Aquí les cuento la verdadera historia de MIO CID, el de Vivar, guerrero invencible, Señor con mesnada propia y dueño de más de 50 Señoríos distribuidos a lo largo y ancho del Reino de Castilla, terror de moros y cristianos, Conquistador y Principe de Valencia.

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miércoles, 13 de mayo de 2015


Homenaje a una madre extraordinaria:
XIMENA DIAZ DE ASTURIAS, la esposa de Mio Cid.
Hola mi querido amigo.
Ha pasado un tiempo un poco largo desde la ultima vez que conversamos sobre la apasionante vida de Mio Cid, ese extraordinario guerrero castellano quien gracias a su excitante cabalgar por entre los escabrosos senderos montañosos del áspero territorio leonés-castellano, donde demostró su valor personal y el poder de su espada, nos dejó como herencia un amplio y variopinto muestrario de una vida llena de aventuras, odios y grandes amores.
Y entre los grandes amores de Mio Cid, el tema de nuestra conversación se centrará -como un homenaje especial al Día de las Madres que aquí en USA se celebra el Segundo Domingo de Mayo de cada año y en mi país natal, Paraguay, el 15 del mismo mes- en la emocionante vida de Doña XIMENA DIAZ DE ASTURIAS, madre de Diego, Cristina y María; y esposa, amante y compañera de Rodrigo Díaz de Vivar.
    
Doña Ximena Díaz de Asturias fué -junto con su hermana Aurovita y sus hermanos Rodrigo, Fernando y Bernardo- la última hija del matrimonio formado por Diego Conde de Oviedo y Cristina Fernandez quien procedía de la familia real leonesa. Doña Ximena nació en la localidad de Cangas de Narcea, una pequeña aldea asturiana ubicada a unos 80 kilometros de la Ciudad de León alla por el año 1054 y falleció en el Monasterio de San Pedro de Cardeña, Burgos, hacia 1115. A pesar del pequeño sitio de su nacimiento y hogar de su familia, Ximena provenía de una muy poderosa y rica familia de nobles terratenientes, dueños de extensos territorios y sustentadores politicos, militares y economicos de todos los que se coronaron en el reino astur-leones. Este dato, querido amigo quiero que lo tengas muy presente, porque cuando hablemos nuevamente del Linaje de Mio Cid, este matrimonio brillará con luz propia en el escenario del llamado Reino de Castilla.
Ximena era una mujer bella y de fuerte caracter -como lo son todas las asturianas- y de armas tomar cuando así lo merecían las circunstancias. Nada que ver, querido amigo, con la figura sumisa,, condescendiente y hasta si se quiere invisible que la historia nos quiere dar a entender sobre Ximena. Y te cuento -así, entre nosotros, como para que nadie mas se entere- que valentía, fortaleza y caracter a prueba de fuego debería tener la mujer que formara parte de la vida de Mio Cid. Porque Mio Cid no era nada fácil. Fuera de la ridícula figura de ̈hombre bueno y justö que la historieta oficial nos ha vendido sobre Mio Cid y que fuera copiada al carbón por el productor Samuel Bronston para filmar la película "El Cid" y ganarse los dólares que se necesitaban obtener de las arcas españolas para financiar ese mamotreto, te cuento para que lo sepas que este personaje medieval metía miedo con solo escuchar su nombre...no existió un solo valiente que no se orinara encima ni conejo que no se escondiera en su madriguera al ver la figura de este guerrero. Y con este modelo de personaje, al que yo lo imagino durmiendo abrazado a su espada, la bella Ximena tuvo que lidiar desde el momento de su casamiento ocurrido el 19 de Julio de 1074 -de acuerdo a la fecha que figura en su Carta de Arras, es decir su acta matrimonial- hasta el día de la muerte de Mio Cid ocurrida en Valencia el 10 de Julio de 1099, de acuerdo a la información proporcionada por el historiador musulman Ibn Alquama, contenporáneo de Mio Cid. Eso quiere decir, querido amigo, que ambos esposos "durmieron con el enemigo" durante 25 años. Lo bueno de esta situación es que gracias al "trabajo" que realizaba el esposo al tener que abandonar el hogar durante semanas para "ganarse el pan" con el filo de su espada, Ximena disponía de un tiempo precioso para encaminar el funcionamiento familiar al más puro estilo "asturiano". Y gracias a ello, la fortuna del matrimonio se incrementó grandemente generando un gran sentimiento de envidia entre los miembros de la Corte castellana, envidia que se vió reflejada en los dos exilios que por orden del Rey Alfonso VI sufriera Mio Cid: el primero de ellos en 1081 y el segundo y definitivo en 1088. Ximena, en ausencia de su esposo, administró en compañía de su suegra, doña Teresa, los mas de 40 señoríos que Mio Cid tenía como patrimonio personal en Castilla - mas del 50% del territorio burgales- además de los suyos propios ubicados en su heredad natural en el Reino de León. Luego del segundo destierro de Mio Cid -quien fuera desterrado bajo la acusación de "traición" lo que significó la perdida de todas sus posesiones en Castilla- Ximena recibió como recompensa los tributos de los reinos de Lerida, Tortosa, Denia, Albarracin, Alpuente, Sagunto, Jerica, Segorbe, Almenara y el Principado de Valencia, territorios todos conquistados por Mio Cid, su esposo.
A este importante quehacer diario esta enérgica asturiana se dedicó ademas a educar, cuidar e instruir a sus tres hijos y prepararlos para que ellos -sus hijos- fuesen personas de bien y capacitadas para seguir engrandeciendo el nóvel Principado de Valencia y con el tiempo convertirlo en un reino grande y prospero como soñaban tanto ella como Mio Cid.
Ximena tenía todo a su favor: un esposo respetado, un caudillo invicto, un guerrero valiente, tres hijos maravillosos -como maravillosos son los hijos de todas las madres- y un principado camino a convertirse en reino. Y a todo eso tenía lo que toda madre tiene -reina o plebeya- y que los hombres -todos sin excepción- nos cuesta ver: valentía, compañerismo, romanticismo, fortaleza, inteligencia y muchos otros valores que añadidos a su persona nos dan como resultado a un ser excepcional, y como si todo eso fuera poco su hija Cristina le dió un nieto que fué Rey de Pamplona y de allí en más "los reyes de España sus parientes son y a todos nos llega la honra del que en buena hora nació".
Por eso, querido amigo, me decidí a contarte algo sobre la vida de XIMENA DIAZ DE ASTURIAS, esposa de Mio Cid, para que tú y por tu intermedio tus amigos se enteren que detras de toda mujer se esconde una MADRE EXCEPCIONAL que merece todo nuestro respeto, admiración y cariño.
A mi madre, a mi esposa y a mi hija que son madres excepcionales y a todas las madres del mundo quienes son para mi las valientes XIMENAS, les envío un respetuoso saludo y un abrazo de corazón.
Querido amigo, si eres tan valiente como Mio Cid, dile a tu Ximena que lea esta declaracion de reconocimiento y de amor y obsequiale un rosa como demostración de tus mas puros sentimientos.
Te animas?
Hasta la proxima.

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