EL LINAJE DE MIO CID, DON RODRIGO DIAZ DE VIVAR. (II)
Feliz Año 2015, querido amigo. Espero que hayas pasado una hermosa Nochebuena a nuestro estilo, es decir, recordando el nacimiento de Jesús -aunque ese historico acontecimiento haya ocurrido posiblemente en Septiembre y no en Diciembre- en compañía de toda la familia, alrededor de una mesa bien dispuesta y no esperando ansiosos el amanecer del 25 para abrir las cajas de regalos que gentil y dadivosamente nos depositara bajo un pino artificial un tio llamado Santa Claus que se desplaza por los aires montado en un trineo y que, sin pedir permiso, se introduce en nuestros hogares por las chimeneas -a pesar de su obesidad- para cumplir con su extraordinaria labor. Y te cuento, amigo mio, que menudo lío tuve yo cuando mi nietecita de 4 años me preguntó si cómo haría el tal Santa para entrar a la casa ya que la casa …no tenía chimenea! Y para terminar esta introducción familiar a lo que verdaderamente nos ocupa, te deseo nuevamente un espectacular Año 2015.
El Linaje de Mio Cid se encuentra un poco manoseado debido a la poca o casi nula information que durante muchísimos años se disponía para realizar las insvestigaciones correspondientes y esa situacion provocó que lo poco que se conocía se fuera repitiendo una y otra vez sin importar que la misma -la informacion- haya sido cotejada y vuelto a investigar hasta lograr rotularla como veráz. Cuando me inicié en este duro peregrinar, querido amigo, no tenía idea a lo que me estaba exponiendo. No existía la maravillosa herramienta llamada Internet y toda informacion que se necesitaba recabar se reducían a operaciones tipo comando preguntando a los parientes, visitando Embajadas y Consulados de España en países que se encontraban cerca de uno, envíos de cartas a cuantas iglesias, monasterios y revistas españolas especializadas en el tema se tuviera a mano y preparando nuevas estrategias para conseguir alguna pista que nos llevara a la punta del ovillo. Te cuento, querido amigo, que mas de una vez pensé en tirar la toalla y dedicarme a otra cosa más gratificante y fácil como por ejemplo investigar la vida de Superman o de Cantinflas, pero aqui me tienes, como Mio Cid, peleando mis batallas en busca de la verdad. Sonó lindo, verdad? Y me preguntarás sobre las cartas enviadas: muy a mi pesar no obtuve ninguna respuesta. Ninguna, querido amigo. Y de las Embajadas y Consulados? Tampoco. Sabes que esas personas que trabajan en estas instituciones del Estado creen que son los hijos de los reyes de España? Muy pocos entienden que sus funciones, sus trabajos, su mettier es atender de la mejor manera posible y dar la mejor respuesta a quien lo solicita porque para ello están allí. No te imaginas los malos ratos y malos tratos que he recibido de parte de estos functionarios y ya te imaginarás el contento casi santo que ha sido para mis investigaciones la aparición de la Red. Por fin el obscurantismo de la informacion fué diáfanamente iluminado con un solo click! Se acabaron las idas y venidas, el soportar a gente que normalmente demuestra que padece de dolores del higado apenas ingresa a su lugar de trabajo, o que simplemente desconoce el tema que estás tratando. ¿Recuerdas mi primer escrito donde te decía que los españoles secuestraron, maniataron, incomunicaron y enterraron por más de 800 años a un personaje llamado Rodrigo Díaz, Señor de Vivar, conocido como Mio Cid, para que nadie conociera su existencia? Lo recuerdas? Y que la exhibición mundial de la película “El Cid” en 1966 -con sus errores y aciertos - abrió las ventanas para que el común, la gente de a pié, tambien lo conociera y se generara un incipiente movimiento de investigación sobre este personaje? Pues bien, Internet apuntilló a muerte a ese obscurantismo de la informacion historica y permitió, por fin, que jóvenes investigadores introdujeran sus afiladas narices en terrenos exclusivos, en territorios vedados a la briosa oleada de sabuesos ávidos de nuevos conocimientos que ya no admitían a la “historia oficial” como cierta. A partir de ese momento, repito mi querido amigo, la novelesca imágen de “Infanzón pobre pero leal” que se encumbró gracias a su valentía en los campos de batalla hasta convertirse en Alférez y “Consejero” del Rey fué lenta e inexorablemente desapareciendo para dar lugar a su real dimensión como uno de los más grandes heroes castellanos de acrisolado linaje.
Y antes de despedirme de tí hasta la proxima entrega, en la cual ya entraremos de lleno en el Linaje de Mio Cid transcribo una parte del primer escrito en que se cita el linaje de Mio Cid llamado el “Carmen Campidoctoris” y que textualmente dice:
“Nobiliori de genere ortus,
Quod in Castilla non est illo maius”
Que lo podemos traducir literalmente:
“Nacido en una familia de lo más noble, como no hay otra tan antigua en Castilla”
Y tú, que opinas?
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